Al caer el sol y levantarse la luna
Es cuando yo pienso, cuando yo vivo
A las tardías horas es que despierto;
Un astro blanco es mi lumbrera
Junto a sus compañeras las estrellas.
En esos momentos te escribo, con una vela al lado mío
Me deleito en la escena del fuego
Al regarse la cera en la blanca taza
Semejante es a mi sudor, sudor de victima
A las altas horas de la negra noche
Redacto una carta al pensarte,
Yo despierto y tú, en tu lecho, dormitando.
Contemplo el negro cerro en mi ventana.
“Aquellas letras que jamás recibirás”
Porque…
La muerte te asecha, te quiere para ella
La has enamorado como a todo mortal
Te anhela por siempre, por siempre la muerte,
Me ha conversado que mañana ya viene
Llevarte el alma es lo que quiere
Me ha dicho que arde en celos porque la vida te roba
Ah! Amor cuídate ahora
Pues la muerte se ha cansado de cederle tu encanto
Y, ya mañana, ¡ya mañana!
Por ti ha de venir…
Arréglate linda y tíñete de ese lápiz rojo los labios,
Porque a la muerte, a ella le encanta
Úntate en la piel fino perfume, de girasoles y de lilas
Viste tu figura de aquel vestido purpura,
El que vino de las manos de aquella anciana, ahora difunta
Adorna tu suave cuello con las perlas blancas que tu madre te heredó
¡Abre bien los ojos!
Tus celestes ojos de cristal depurados diamantes
La muerte me ha dicho que así quiere verte,
¡Quien no quisiera!
Eres tan bella…
Me despido está noche
Mi última carta, mis últimas letras
La muerte de mi lado te arranca
No la culpo a pesar de todo
Ni ella se resiste a tu fugaz belleza
No olvides, amor….
¡Te amo!
…
No tardare muchas lunas en ir contigo a la eternidad blanca.
-Lucy A.
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