¡Corre!




De repente, miras al cielo y te das cuenta que ya no hay vuelta atrás, nada más queda conquistar el mañana y reír con el ayer, te das cuenta de que no puedes volver, pero puedes perder el miedo y correr, sentir un viento nuevo en la cara, entonces, respiras hondo, dejas caer tu última lágrima para decir adiós, y, ya es hora, estás listo y corres rápido sin parar...corres...

Publicar un comentario

0 Comentarios